La reencarnación
¿Qué es la reencarnación?
es el regreso del Espíritu a un nuevo cuerpo físico. Así que, los Espíritus tenemos muchas existencias hasta su purificación.
Todos los espíritus tienden a la perfección y Dios nos proporciona los medios por las pruebas de la vida corporal. Lo que no pudieron hacer o terminar en la vida anterior, lo harán en la sucesiva.
¿En que se fundamenta?
Es consecuencia de dos Leyes: La Ley de Justicia Divina y la Ley del Progreso.
La Justicia Divina, que no es otra cosa que una ley universal que tiende hacia la armonía. Esa ley que regula y equilibra todo, los Espíritus le llaman la Ley de Causa y Efecto y rigen todas las acciones que hacemos, esto quiere decir que toda acción, palabra o pensamiento que realizamos, va a generar una consecuencia negativa o positiva, regresando a nosotros con la misma intensidad, en esta vida o en la o las próximas reencarnaciones.
En cuanto a la ley del progreso, el espiritismo nos explica de una manera muy clara, como todo avanza, todo progresa, no podemos retroceder, es por ello que no podemos reencargar en animal.
¿Qué dicen las diversas religiones?
Desde los tiempos inmemorables, la reencarnación ha sido parte del conocimiento de los antiguos santuarios, centros de iniciación y escuelas religiosas. La creencia en la reencarnación, tiene sus orígenes en las culturas primitivas. La encontramos en las religiones del Egipto antiguo, en el hinduismo, en el Budismo, en el Taoísmo, el Kabalá Judío, en las religiones indígenas, en la filosofía socrática-platónica, y otras escuelas de pensamiento espiritualista.
Jesús, sus seguidores y los primeros cristianos eran reencarnacionistas, fue parte del cristianismo hasta el año 553.
El emperador Justiniano, influenciado por su esposa Teodora, durante el imperio Bizantino, manipula a los líderes cristianos y en el segundo concilio de Constantinopla, eliminan la doctrina reencarnacionista.
Y cuál sería el objetivo de la reencarnaración, pude ser para la reparación de algún daño que se hubiera podido hacer, lo que le llamamos “expiación”, alguna prueba o misión con la finalidad del mejoramiento progresivo de la Humanidad.
Comprendemos así, que todo lo que hagamos en esta vida será la siembra de lo viviremos en nuestra próxima reencarnación.
Texto de Erika Ortiz Ramírez, trabajadora del COEM